Desde pequeño he estado en contacto con el deporte; fútbol, natación, judo o baloncesto fueron deportes que fui practicando hasta que a los siete años de edad probé el tenis por primera vez. Desde entonces, a mis veintitrés años no he parado de jugar, habiendo entrenado toda mi vida en el Club de Tenis de Tres Cantos y competido por toda la Comunidad de Madrid. Dejando el tenis de lado, desde bien pequeño he practicado alpinismo, subiendo a picos como el Aneto, Midi D' Ossau o el Mont Blanc. Actualmente, me dedico solamente a la docencia de este deporte.
Durante mi etapa en educación primaria, practiqué distintos deportes para probar cual era el que verdaderamente me apasionaba. Probé todo tipo de deportes como mencioné anteriormente, la gran mayoría como actividad extraescolar. Disfrutaba pero no me lograba enganchar a ninguno, hasta que descubrí el tenis sobre los siete años de edad. A partir de ahí, empecé a entrenar por las tardes en el Club de Tenis de Tres Cantos, unas dos o tres horas a la semana. Cuando cumplí dieciséis años, me federé y empecé a competir por la Comunidad de Madrid representando al equipo/club. Fueron años bonitos para mí donde verdaderamente estaba jugando a un buen nivel. Posteriormente, dejé de entrenar durante un tiempo ya que, observé que quería cambiar durante un tiempo el tipo de deporte a practicar. Desde entonces, practico natación. A los dieciocho años, con el título de la FTM empecé a impartir clases particulares para todo tipo de edades hasta el día de hoy y gane varios torneos de la localidad de Tres Cantos.
Los eventos más importantes han sido: los partidos de fútbol de mi infancia, cuando coroné la cumbre del Aneto a los los quince años de edad con mi padre, cuando gané un partido de más de tres horas y rompiendo cuerdas en dos raquetas con el club contra la Moraleja en la pista central (mejor momento) o cuando acabe harto de los entrenamientos de tenis. Un punto de inflexión fue ese, donde descubrí la natación y opté por el mundo de la docencia del tenis.
Influencias positivas y negativas. Para mí, mis entrenadores durante todos estos años han sido mi referencia y por ello una valiosa influencia positiva: David, Miguel Ángel... Han sabido guiarme e instruirme a su manera y forma. Como influencia negativa, pondría la sobre exigencia que a veces influye en tu mente y a la hora del juego.
Para mi, la mayor influencia fue mi profesor David, que actualmente sigue compitiendo a sus treinta y seis años de edad. En sus clases, me ensañaba todo lo necesario para ser un gran jugador y charlábamos de todo tipo de temas. Recuerdo horas y horas dando estacazos, o cuando pusimos el radar móvil en la red donde rara vez podía superar mi velocidad en el saque. A parte de un monitor, para mi siempre ha sido como un hermano mayor y una de las personas que han hecho que el tenis forme parte de mi vida.
Hablando de valores, pienso que la practica deportiva es esencial en el ser humano. Compañerismo, disciplina o perseverancia son valores que te otorga el deporte y que hacen de ti una mejor persona a la larga. A parte de esos, amistad o superación suponen grandes resultados de la practica deportiva.
Sin duda alguna, recomendaría la practica de alpinismo y tenis para todo el mundo. El alpinismo, en contacto de la naturaleza y contigo mismo, supone para mí un estado de relajación y de estar conmigo mismo, un lugar donde pensar y superar mis limites poco a poco. En el tenis, medio partido lo juega tu mente, tu cabeza, por lo que un buen manejo de tus pensamientos y de tus habilidades físicas, podrán hacerte llegar a lo más alto.
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